Traslado del condenado al Estado

Australia

Australia - International Criminal Court Act No. 41 2002 (2018) EN

Part 12—Enforcement in Australia of sentences imposed by ICC

Division 2—Transfer to Australia of ICC prisoners

165 Issue of warrant for transfer to Australia
The Attorney-General may issue a warrant, by writing in the statutory form, for the transfer of an ICC prisoner to Australia if:
(a) the ICC’s agreement to the enforcement conditions; and
(b) the written consent of the prisoner or his or her representative to the sentence being served in Australia (if the Attorney-General considers such consent is necessary); and
(c) the appropriate Ministerial consent to the sentence being served in Australia;
have been obtained.

166 Warrants for transfer to Australia
(1) A warrant for the transfer of an ICC prisoner to Australia authorises the transfer of the prisoner to Australia to serve the sentence of imprisonment imposed by the ICC in accordance with the enforcement conditions.
(2) A warrant must:
(a) specify the name and date of birth of the prisoner to be transferred; and
(b) specify the country from which the prisoner is to be transferred; and
(c) state that:
(i) the ICC’s agreement to the enforcement conditions; and
(ii) the written consent of the prisoner or his or her representative to the sentence being served in Australia (if the Attorney-General considers such consent is necessary); and
(iii) the appropriate Ministerial consent to the sentence being served in Australia;
have been obtained.
(3) The warrant is:
(a) to authorise an escort officer to collect the prisoner from a place (whether in Australia or a foreign country) specified in the warrant; and
(b) if the place is in a foreign country—to authorise:
(i) the escort officer to transport the prisoner in custody to Australia for surrender to a person appointed by the Attorney-General to receive the prisoner; and
(ii) if appropriate, the appointed person to escort the prisoner to the prison, or hospital or other place, in Australia where the prisoner is to begin to serve the sentence of imprisonment in accordance with this Part; and
(c) if the place is in Australia—to authorise the escort officer to escort the prisoner to the prison, or hospital or other place, in Australia where the prisoner is to begin to serve the sentence of imprisonment in accordance with this Part; and (d) if the prisoner is to be escorted to a prison—to require the superintendent of the prison to take the prisoner into custody to be dealt with in accordance with this Part; and
(e) if the prisoner is to be escorted to a hospital or other place—
to authorise his or her detention in the hospital or place to be dealt with in accordance with this Part.
Note: An ICC prisoner may be transferred from the prison, hospital or other place in the State in which he or she begins to serve a sentence of imprisonment to another prison, hospital or other place in the State or to a prison, hospital or other place in another State (see paragraphs 172(5)(e), (d) and (h)).
(4) The Attorney-General may give any direction or approval that is necessary to ensure that the warrant is executed in accordance with its terms.

167 Cancellation of warrant
(1) The Attorney-General may cancel a warrant for the transfer of an ICC prisoner to Australia at any time before the prisoner leaves the foreign country in which he or she is being held in custody.
(2) Without limiting the grounds on which the Attorney-General may cancel a warrant for the transfer of an ICC prisoner to Australia, it must be cancelled if:
(a) the ICC cancels the designation of Australia or decides not to accept an enforcement condition; or
(b) the Attorney-General, the Minister administering the Migration Act 1958 or a State Minister withdraws consent; or
(c) where the consent of the prisoner or his or her representative to the sentence being served in Australia was required by the Attorney-General—the prisoner or representative withdraws consent.

Estatuto de Roma

Artículo 103 Función de los Estados en la ejecución de las penas privativas de libertad

1

(a) La pena privativa de libertad se cumplirá en un Estado designado por la Corte sobre la base de una lista de Estados que hayan manifestado a la Corte que están dispuestos a recibir condenados;

(b) En el momento de declarar que está dispuesto a recibir condenados, el Estado podrá poner condiciones a reserva de que sean aceptadas por la Corte y estén en conformidad con la presente Parte;

(c) El Estado designado en un caso determinado indicará sin demora a la Corte si acepta la designación.

2

(a) El Estado de ejecución de la pena notificará a la Corte cualesquiera circunstancias, incluido el cumplimiento de las condiciones aceptadas con arreglo al párrafo 1, que pudieren afectar materialmente a las condiciones o la duración de la privación de libertad. Las circunstancias conocidas o previsibles deberán ponerse en conocimiento de la Corte con una antelación mínima de 45 días. Durante este período, el Estado de ejecución no adoptará medida alguna que redunde en perjuicio de lo dispuesto en el artículo 110;

(b) La Corte, si no puede aceptar las circunstancias a que se hace referencia en el apartado (a), lo notificará al Estado de ejecución y procederá de conformidad con el párrafo 1 del artículo 104.

3. La Corte, al ejercer su facultad discrecional de efectuar la designación prevista en el párrafo 1, tendrá en cuenta:

(a) El principio de que los Estados Partes deben compartir la responsabilidad por la ejecución de las penas privativas de libertad de conformidad con los principios de distribución equitativa que establezcan las Reglas de Procedimiento y Prueba;

(b) La aplicación de normas de tratados internacionales generalmente aceptadas sobre el tratamiento de los reclusos;

(c) La opinión del condenado;

(d) La nacionalidad del condenado; y

(e) Otros factores relativos a las circunstancias del crimen o del condenado, o a la ejecución eficaz de la pena, según procedan en la designación del Estado de ejecución.

4. De no designarse un Estado de conformidad con el párrafo 1, la pena privativa de libertad se cumplirá en el establecimiento penitenciario que designe el Estado anfitrión, de conformidad con las condiciones estipuladas en el acuerdo relativo a la sede a que se hace referencia en el párrafo 2 del artículo 3. En ese caso, los gastos que entrañe la ejecución de la pena privativa de libertad serán sufragados por la Corte.

Artículo 104 Cambio en la designación del Estado de ejecución

1. La Corte podrá en todo momento decidir el traslado del condenado a una prisión de un Estado distinto del Estado de ejecución.

2. El condenado podrá en todo momento solicitar de la Corte su traslado del Estado de ejecución.

Artículo 105 Ejecución de la pena

1. Con sujeción a las condiciones que haya establecido un Estado de conformidad con el párrafo 1 (b) del artículo 103, la pena privativa de libertad tendrá carácter obligatorio para los Estados Partes, los cuales no podrán modificarla en caso alguno.

2. La decisión relativa a cualquier solicitud de apelación o revisión incumbirá exclusivamente a la Corte. El Estado de ejecución no pondrá obstáculos para que el condenado presente una solicitud de esa índole.

Artículo 106 Supervisión de la ejecución de la pena y condiciones de reclusión

1. La ejecución de una pena privativa de libertad estará sujeta a la supervisión de la Corte y se ajustará a las normas generalmente aceptadas de las convenciones internacionales sobre el tratamiento de los reclusos.

2. Las condiciones de reclusión se regirán por la legislación del Estado de ejecución y se ajustarán a las normas generalmente aceptadas de las convenciones internacionales sobre el tratamiento de los reclusos; en todo caso, no serán ni más ni menos favorables que las aplicadas a los reclusos condenados por delitos similares en el Estado de ejecución.

3. La comunicación entre el condenado y la Corte será irrestricta y confidencial.